Bar Siless

Negué con la cabeza.
-Todos los que he tenído se han asustado con mi hermano y las cosas que dice y hace mi hermanita-enarqué una ceja al recordar cómo había salido disparado el último, con una mancha de katsup en la playera y los labios pintados de un fucsia espantoso. Suspiré.

Miré el cafe casi frió y lo bebí todo.
-Mi hermano normalmente los amenaza con que si me tocan un pelo se mueren y demás. -lo miré de reojo- ¿Mi hermana? No se, unos once o doce, ¿por?-alcé las cejas.

Me encogí de hombros.,
-Tal vez... ¿a que colegio va tu hermanita? Quizé se conozcan -sonreí.

Alcé las cejas.
-Mi hermana tambien va a esa escuela-sonreí- Que... raro, tal vez ellas se conozcan-llamé a la camarera para que me trajera la cuenta.-Mi hermana se llama Victoria, y mi hermano se encarga de ir a buscarla, son... mejores amigos-hice una mueca- es increíble lo bien que se llevan...-

Alcé las cejas.
-Oh claro, y el dia en que me quiera casar lo llevaré a casi y diré "mami papi el es mi prometido, mañana nos casamos, y estamos muy enamorados"-rodé los ojos- te equivocas, además, todos quieren conocer a mi familia aunque yo les advierto que no, que no quieren conocerlos-reí levemente.

Asentí y mordí mi labio inferior.
-Es lo que haré-murmuré y miré a los lados en busca de la moza. Fruncí el ceño cuando la encontré y volví a llamarla. Esta vino enseguida, le pagué y miré por la ventana.-¿Tú tienes novia?-pregunté con curiosidad luego de un rato.

Reí entre dientes.
-¿Cómo que no sirves para eso?-rodé los ojos- Que chico...-negué lentamente con la cabeza mientars sonreía-Y no se, ¿tú quieres ir a otro lado?-alcé las cejas. La verdad era que no tenía ninguna intencion de despedirme de él, la estaba pasango genial.

Me levanté de un salto.
-Claro -asentí- Vamos al... lago, es uno de mis lugares favoritos-sonreí mientras comenzaba a caminar.

Le indiqué al chofer que se detuviera en un barecillo del centro, que segun me habian dicho, era uno de los mejores y mas exclusivos de Nueva York, y en esos momentos, lo unico que quería era una copa y olvidar el vuelo tan largo.

Baje y despedí al chofer, alegando que le llamaria cuando deseara que viniera por mi; entré al bar y me senté en una mesa del rincón, mientras el mesero se acercaba y ordenaba un Amaretto Sour a la par que encedía un cigarro largo y delgado y me deshacia de mi abrigo.. Mire a mi alrededor, nada ni nadie interesante, al menos tendria una velada tranquila, hasta que mi mirada se posó en alguien que me resultaba vagamente familiar.. ¿Seria él?

El mesero regresó con mi copa y un cenicero, le agradecí con un leve movimiento de cabeza y continue mirando al chico, si, en definitiva, era él, esa sonrisa no se perdía nunca..

Me puse de pie y me acerqué a el, apoyando una mano en la mesa y enarcando una ceja al mirarlo
-¿Matt Connor?-
Murmuré con voz suave y vibrante, luciendo mi sonrisa de pasarela, la cual me había hecho famosa

-Lillian Vibelle-
Murmuré con suavidad, mirandolo fijamente a los ojos y negando con la cabeza
-No me recuerdas, ¿cierto?.. Claro, la ultima vez que nos vimos teniamos quince años.. Soy amiga de Leah-

Estreché su mano con suavidad y delicadeza, sonriendo levemente al ver que me reconocía
-Eso fue hace ocho años, ahora estoy de vuelta en casa-
Murmuré, en eso, el anuncio de un perfume apareció en la pantalla gigante del bar, frunci el ceño y rode los ojos al ver mi imagen en él