Biblioteca

Después de aparcar el coche de Leah a la perfección (si no lo hubiera hecho así me mataba),decidí pasarme por la universidad.
Necesitaba un par de libros,¿y qué mejor sitio que la universidad de NY para encontrarlos?
Me acerqué a unos estantes cercanos,poniéndome de puntillas para llegar a unos libros que estaban muy alto y no conseguía coger.

Rodé los ojos al oír su voz,y me giré con los brazos en jarras.
-Si,ese es...¿harías el favor de dármelo,hermanito?-dije alargando una mano mientras enarcaba una ceja,sonriente.

Resoplé ante su comportamiento infantil,cruzándome de brazos.
-Lo que te daré ahora mismo es una buena paliza como no me des el libro,Matty,.-dije recalcando la palabra Matty.

-¿Quién dice que no pueda contigo?-le respondí algo picada.Alargué mis brazos hasta su cuello,tirando de él hacia abajo.-No me hagas montar una escenita en medio de la biblioteca.-le siseé.

Cogí el libro,apretándolo contra mi pecho mientras le lanzaba una mirada fulminante.
-Como siempre,ya lo sabes.-le respondí separándome de las estanterías

Me senté a su lado suspirando,dejando el libro sobre la mesa.
Para responder a su pregunta,señalé la tapa del libro con mi dedo índice.
-Trabajos para clase.-dije con pesadumbre.-Si no,no aparecería por aquí.-dije con una leve sonrisa.

-¿Y tu,qué haces por aquí si eres más alérgico a las bibliotecas que yo?-le pregunté,agachando la cabeza para verle bien.

-Si,si quieres un poco de silencio y paz,este sitio es ideal.-dije suspirando,apoyando la cara sobre mis manos encima de la mesa.-¿Cuáles eran los problemas de Leah?

Reí con el,no muy fuerte para no molestar a estudiantes cercanos.
-Así es Leah...ella contra el mundo.-susurré.

-Sigue igual que siempre...o sea,nada.-dije en un suspiro.-Para qué intentar buscar a alguien si tienes a Helena de hermana.-le recordé apretando los dientes.-¿O no recuerdas lo que hizo con el último?A esa niña le gusta verme sufrir.

-Pero más tonta que esa maldita víbora...-murmuré entre dientes,apoyando la cabeza en el hombro de mi hermano.

Le miro de reojo,intentando esbozar una sonrisa.
-Eso lo dices porque has estado con el amor de tu vida desde que naciste.-le recordé.-Yo casi siempre estuve sola si no hubiera sido por vosotros.