Centro de la ciudad (Times Square)

-Yo no soy indiferente, solo precavido.-dije sonriendo y entrelazando mis manos a la altura de la tripa.-Me va a costar esto más que la primera vez, ¿verdad?

Sonreí, acercandome a él como si estuviera explicando algo a un niño de tres años.
-Es que -dije con voz tranquila y lenta- no te costará nada. Porque no habrá una segunda vez. ¿Comprendes?

Me acerqué a ella, imitándola.
-Solo espera y véras, guapa...-dije lentamente con cara dulce, como si se lo estuviese explicando a mi sobrinito.-Estoy seguro de que te atraigo mucho más de lo que imagino.-sonreí divertido, acercándome como si fuese a besarla y soplándole en los ojos para después separarme.

Cerré los ojos al notar una pequeña brisilla proveniente de su soplo. Abrí un ojo mirándolo algo confusa, asegurandome que se habia separado.
-Já -dije sonriendo amargamente- Fíjate bien, hay muchos mejores que tú por aquí -dije mirando a mi alrededor, aunque en ese momento, habia poca gente- bueno, por Nueva York.

Torcí una sonrisa.
-Detesto ser presumido... pero mejores que yo por aquí no veo a nadie, la verdad.-dije mirando hacia todas partes como si estuviese buscando.

Sonreí.
-Simple coincidencia, sobre estas horas de la noche no suele andas mucha gente.
Miré a mi alrededor disimuladamente y chasqué la lengua, tenia razón.

Sonreí, dispuesto a picarla.
-Bueno... ¿Qué te parece una segunda cita?-arqueé las cejas.

Alcé una ceja y sonreí superiormente, hechándo un mechón de mi pelo tras mi espalda.
-Sigue soñando, cariño.

Fruncí el ceño, sorprendido.
-Vaya, esto es nuevo.-arqueé una ceja y le tendí la mano.-Joe Bennington, encantado.

Fruncí el ceño, mirándole la mano.
-Ya me dijiste quién eras -le recordé con cierta impresión.

-No, no sabes quién soy.-dije torciendo una sonrisa, acercándole más mi mano.-Es de muy mala educación no decir su nombre, señorita.

Alcé las cejas.
-Eso es estúpido, claro que sé quién eres.
Rodé los ojos y le di de la mano, estrechándosela.

Alcé las cejas, todavía apretando la mano de Helena.
-¿Tu nombre...?-pregunte como si nada.

Sonreí con un poco de falsedad.
-Helena Connor -contesté alzando las cejas.

-Encantada, guapa.-dije sonriendo.-¿Qué hace una chica como tú en un lugar como este?-pregunté reviviendo la conversación.

Miré hacia los lados con el ceño fruncido. ¿Estaba bien de la cabeza? ¿O este era uno de esos momentos que se repiten una y otra vez? Solté su mano y lo miré sin comprender.
-Si intentas conseguir lo que yo sé, no lo intentes.

-¿Qué crees que quiero?-pregunté con curiosidad.

Me crucé de brazos.
-Lo sabes de sobra, no intentes liarme.

-No, no lo sé.-contesté sinceramente perdiendo el hilo de la conversación.

Rodé los ojos.
-Déjalo -dije suspirando, sentándome en el banco en una buena y cómoda postura, colocando una pierna sobre la otra.

-No, ¿qué es lo que intentaba hacer contigo?-pregunté acercándome a ella y haciéndome el inocente.

Alcé una ceja, con los ojos entrecerrados y mirandolo de reojo.
-Averígualo por tu cuenta.

-Hm... ¿Vale todo por mi cuenta?-pregunté insinuante apartándole el pelo de un hombro.

-Depende a qué te refieras con ese "todo" -dije mirándolo con las cejas alzadas y mirando mi hombro desnudo.

-Pues...-dije acercando mis labios a su hombro, rozándolo.-a "todo".-dije sonriendo. Besé su hombro una vez más.-¿Me lo vas a decir?